Caudal ambiental en los ríos Frío y Sevilla: información para tomar mejores decisiones en torno al agua
Posted on agosto, 02 2020
WWF y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) están haciendo un novedoso cálculo en dos importantes cuencas de la región. Los resultados servirán para tomar mejores decisiones sobre el uso del agua. ¿En qué consiste y qué han encontrado hasta el momento?
WWF y la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) están haciendo un novedoso cálculo en dos importantes cuencas de la región. Los resultados servirán para tomar mejores decisiones sobre el uso del agua. ¿En qué consiste y qué han encontrado hasta el momento? Para manejar y gestionar un recurso tan valioso como el agua, la información sobre los ríos y sus cuencas (es decir, el territorio relacionado directamente con estos cuerpos de agua) es determinante, pues ayudará a que las decisiones que se tomen sean más eficientes.
Por ello, desde mediados de 2019, WWF y Corpamag están llevando a cabo un estudio de caudal ambiental en las cuencas de los ríos Frío y Sevilla (Magdalena), con una novedosa metodología desarrollada por el Ministerio de Ambiente y el IDEAM.
Este proceso hace parte de la Plataforma de Custodia del Agua de ambas cuencas, una iniciativa que une empresas y gremios, autoridades y entidad públicas, junto con las comunidades, para desarrollar acciones conjuntas en torno a la sostenibilidad del agua en la región.
Pero, ¿qué es el caudal ambiental?
Es la cantidad mínima de agua que un río debe mantener para sostener sus ecosistemas y proveer a las personas que dependen de ellos. En él se tienen en cuenta aspectos ecológicos, pero también humanos, como las actividades económicas y el consumo de agua de la gente.
Esta información es la base para determinar qué cantidad de agua se puede destinar a actividades humanas, sin poner en riesgo los demás servicios ecosistémicos (o beneficios) que se obtienen de los ríos y manteniendo sus ecosistemas.
Conociendo el caudal ambiental, las comunidades y los empresarios que se benefician del agua en determinada región tienen información suficiente para darle un mejor manejo, y las autoridades ambientales y locales de la zona pueden contribuir a que el recurso hídrico esté bien planificado.
Lo más novedoso del estudio
Si bien la medición de caudales es usual en el manejo de las cuencas en el mundo, este estudio de las cuencas de los ríos Frío y Sevilla es innovador por su propuesta metodológica. Hasta el momento ha sido aplicada en dos cuencas más del país: la del río Bogotá y la del río Nare, en el Oriente Antioqueño.
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Generalmente, cuando se mide el caudal ambiental de un río se establece un caudal promedio para los usos del agua de todo el afluente, desde su nacimiento hasta la desembocadura. Sin embargo, a lo largo del río los usos y necesidades de agua cambian: unas zonas están destinadas a la conservación, mientras en otras se realizan actividades productivas, o en algunas hay asentamientos humanos.
Estas particularidades son tenidas en cuenta en este estudio, pues se calcula por segmentos o zonas. Así, el resultado no es un solo caudal ambiental para todo el río, sino que se establece uno para cada tramo de la cuenca.
¿Por qué el Magdalena?
La Ciénaga Grande de Santa Marta, ubicada en la costa Caribe de Colombia, es la laguna costera más grande del país y de Suramérica. Su papel en la región es tal que, en 1998 fue reconocida con la categoría de humedal de importancia internacional, más conocida como ‘Ramsar’.
La salud de los manglares de la Ciénaga y la de las especies de peces, crustáceos, moluscos, mamíferos, aves, reptiles y anfibios que viven en ella, dependen de la mezcla de agua dulce de los ríos y caños, con el agua salada del océano. Sin embargo, este ecosistema está cada vez más degradado: sus manglares, que antes tenían una extensión de 52.000 hectáreas, hoy solo tienen 21.000.
Los ríos Frío y Sevilla son dos de los cuatro ríos que nacen en la Sierra Nevada y desembocan en este humedal Ramsar, proporcionándole parte del agua dulce que necesita para mantener su equilibrio ecológico. Además, abastecen de agua a cerca de 45.000 habitantes de los municipios de Ciénaga y Zona Bananera, y son fundamentales para los cultivos de banano, palma, café (entre otros), que dinamizan la economía de la región.
Resultados del estudio y siguientes pasos
“Para calcular el caudal ambiental de los ríos Frío y Sevilla tuvimos en cuenta las necesidades de agua dulce de la Ciénaga Grande de Santa Marta, las actividades humanas y económicas asociadas a estos ríos, junto con el agua requerida por los ecosistemas acuáticos para mantener su equilibrio y funcionamiento ecológico”, dice Jairo Guerrero, Oficial en Gestión del Recurso Hídrico de WWF-Colombia. “Teniendo en cuenta estas necesidades, se estableció una propuesta de caudal aprovechable, es decir, la cantidad de agua disponible para las actividades humanas en el territorio”, añade.
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Los resultados que hay hasta el momento no son muy alentadores. “La evidencia muestra que no hay suficiente caudal para suplir las necesidades de agua en la región de forma continua durante todo el año. Durante las temporadas de lluvias hay agua suficiente, pero en las épocas secas empiezan los problemas de disponibilidad del recurso, lo cual se complica aún más cuando hay eventos de variabilidad climática como el fenómeno de El Niño, que recrudece las sequías”, explica Guerrero.
Esta situación pone en aprietos no solo las actividades económicas de la región, sino también el funcionamiento ecológico de la Ciénaga Grande que, además de ser un refugio de vida silvestre, es el hogar y sustento de cientos de familias de pescadores que viven tanto fuera como dentro de la Ciénaga. “Si el equilibrio entre agua dulce y agua salada en la Ciénaga Grande de Santa Marta no se mantiene, sus ecosistemas corren el riesgo de colapsar y ahí es donde el aporte que hacen los ríos Frío y Sevilla es crucial, así como el de otras cuencas que desembocan allí”, dice Guerrero.
Recientemente, los resultados del estudio se compartieron con gremios productivos, entidades del Estado y algunos representantes de comunidades, en el marco de la Plataforma de Custodia del Agua. El estudio terminará a mediados de agosto, y servirá como insumo para la gestión conjunta del recurso hídrico entre los diversos actores presentes en las cuencas.
Con esta información se podrá mejorar la gestión del agua: Corpamag tendrán datos técnicos, por ejemplo, para saber qué cantidad de agua puede autorizarse en una concesión, o qué nivel mínimo se necesita para que esta se mantenga de buena calidad, entre otras decisiones. Esto no solo enriquecerá los instrumentos de ordenamiento y gestión del agua que ya existen en el país, sino que los conflictos ambientales alrededor del recurso hídrico podrían disminuir, pues existe una medición científica que indica qué tanta agua de estas cuencas puede utilizarse.