Cosechando saberes: cinco años de fortalecimiento de capacidades en la Amazonia
Posted on mayo, 31 2024
El proyecto Amazonia Indígena: Derechos y Recursos (AIRR) ha acompañado a los pueblos indígenas a mejorar su capacidad para proteger la Amazonía y promover el desarrollo sostenible.
La Amazonía, reconocida como la mayor reserva de carbono a nivel global es crucial para la prosperidad de las culturas indígenas y el bienestar de toda la humanidad. En la Amazonía colombiana, en el Putumayo, 15 pueblos indígenas encuentran su sustento y su hogar en este vasto territorio. Gracias a su profundo compromiso con la preservación y la salvaguarda, estos pueblos han sido guardianes incansables de este ecosistema único, permitiendo que florezca y prospere. Conscientes de esta realidad, en agosto de 2019 se inició un viaje de fortalecimiento de las capacidades de los pueblos amazónicos en cuatro países: Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, con el fin de mejorar la participación de los pueblos indígenas en el desarrollo económico sostenible de la Amazonía, conduciendo a la conservación de la biodiversidad y a la reducción de las emisiones por la pérdida de bosques.
Los procesos de AIRR en Colombia
En el departamento del Putumayo, Colombia, se implementaron acciones para fortalecer cinco pilares que respaldaran los derechos y los recursos de los pueblos indígenas. Estos incluyeron el fortalecimiento de capacidades institucionales y liderazgos de la Organización Nacional de los pueblos de la Amazonía Indígena (OPIAC) y Organización Zonal Indígena del Putumayo (OZIP), la incidencia política a favor de los pueblos indígenas, la toma de decisiones basada en monitoreo y el fortalecimiento a seis emprendimientos indígenas.Este proceso fue posible gracias al apoyo financiero de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), y el equipo implementador de NESsT, WWF, en asocio con la OPIAC y la OZIP.
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Y a pesar de desafíos como la pandemia, el orden público y la poca conectividad, se logró una articulación exitosa de estos pilares, creando un flujo coherente y sostenido de fortalecimiento para los pueblos indígenas. "Hay cosas buenas de este proyecto, como que en los cuatro países todos trabajamos por los mismos resultados enfocados en el fortalecimiento organizacional y de lideres y lideresas indígenas en diversos temas. Todos caminamos por esa vía y a pesar de la pandemia logramos ser adaptativos y superar eso", destacó la directora regional del proyect AIRR, Heidi Rubio.
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Fortaleciendo el tejido ancestral
Un total de 20 participantes, representantes de seis pueblos indígenas, culminaron la tercera promoción del programa de Formación en Gobernanza Territorial Indígena (PFGTI), una iniciativa que inició en 2017 y que gracias al proyecto AIRR, pudo continuar en 2021 mediante el desarrollo de un diplomado. El objetivo principal fue fortalecer el liderazgo, centrándose en la espiritualidad, la ley de origen y la cosmogonía de cada pueblo, respetando sus usos y costumbres particulares.Durante un año de formación, los participantes no solo adquirieron habilidades de liderazgo, sino que también se consolidaron lazos de amistad y se produjeron intercambios culturales enriquecedores. Para el Taita Segundo de la comunidad Siona de Piñuña Blanco, esto representó un nutriente vital: "Esto de gobernanza territorial nos ha nutrido mucho porque nosotros cuando tenemos alguna duda o inquietud tenemos que acudir a la sabiduría que es la parte de la espiritualidad", expresó.
El compromiso de estos líderes y lideresas con sus territorios es palpable, muchos destacan la importancia de ser multiplicadores de lo aprendido. Para Yeimi Fernanda del pueblo Korebaju el inicio de la tercera promoción del PFGTI llegó en un momento crucial, coincidiendo con la entrega de un territorio para su comunidad en Puerto Leguizamo por parte de la alcaldía. "Al principio nos sentíamos mal porque nos decían que identificáramos problemáticas de la comunidad y pues nosotros para empezar no teníamos territorio", recordó.
Incidencia para el empoderamiento de los pueblos indígenas
El proyecto AIRR también apoyó a la OPIAC desde el acompañamiento técnico en su apuesta para la incidencia en el Plan Nacional de Desarrollo (PND 2022 – 2026). Como hito importante se alcanzó la inclusión de 233 acuerdos protocolizados en el PND. Este logro representa un compromiso financiero del gobierno nacional por un total de 20 billones de pesos, destinados a áreas clave como el medio ambiente, el territorio, la cultura y el gobierno propio.Con el objetivo de dar continuidad al ejercicio de incidencia, la OPIAC, actualmente trabaja en el fortalecimiento de un sistema de comunicación amazónico propio. "Para eso queremos construir nuestra propia política de comunicación amazónica, de acuerdo con el contexto de los pueblos indígenas de la Amazonía. La idea es que ellos se vayan preparando para conocer muy bien las necesidades de sus territorios y poder ser voceros entre lo que ocurre en sus territorios y comunicarlo hacia afuera", explicó el coordinador de comunicaciones de la OPIAC y miembro del pueblo Macuna, Miguel Núñez.
Decisiones clave a partir del monitoreo
La reapropiación y conocimiento del territorio ha sido fundamental para la incidencia en los derechos de los pueblos indígenas. Actualmente, la OPIAC cuenta con un sistema de Información Geográfica propio, conocido como SIG OPIAC. Este sistema, estructurado en un Geodatabase, fortalece la información producida por los pueblos indígenas y facilita la coordinación entre organizaciones y comunidades en el terreno. Al mismo tiempo, ofrece herramientas para la incidencia de las organizaciones indígenas en los diferentes espacios en los que participan.Además del SIG OPIAC, dentro de las actividades del proyecto, se realizaron capacitaciones sobre la instalación de cámaras trampa y el uso de GPS para rastrear animales y plantas en los territorios, ejercicio que puede contribuir a la toma de decisiones en los territorios.
Estos pilotos de monitoreo, realizados en los Resguardos de Yunguillo y Monaide Jitoma, permitieron recopilar información importante con el fin de generar oportunidades económicas sostenibles a partir de los recursos territoriales. Un ejemplo destacado fue la caracterización de la palma de Milpés en la comunidad Monaide Jitoma, que condujo al fortalecimiento de su relación con el uso y aprovechamiento sostenible de la palma y así potenciar el emprendimiento llamado Comaiji basado en la extracción ancestral del aceite de esta especie.
Estas iniciativas demuestran cómo el uso de datos geoespaciales y el monitoreo participativo no solo fortalecen la gestión territorial de los pueblos indígenas, sino que también contribuyen a la conservación de la biodiversidad y al desarrollo sostenible de las comunidades en la Amazonía colombiana.
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Fortaleciendo emprendimientos indígenas: integrando lo ancestral con lo contemporáneo
Para los pueblos indígenas, el objetivo no es simplemente rescatar los conocimientos ancestrales, sino fortalecer su identidad mediante el uso de nuevas tecnologías y sistemas de gestión administrativa que les permitan desarrollar sus capacidades empresariales. Yuli Rodríguez, del pueblo de los Pastos y representante del Emprendimiento Indígena Bioincos, lo resume: "El debate es cómo no olvidamos nuestra esencia y seguimos adelante para que las nuevas generaciones no pierdan el amor por el territorio y construyan desde aquí".Este enfoque ha sido clave para seis emprendimientos indígenas representando a los pueblos Camëntsá Biyá, Murui Muina, Awá y Pastos, que lograron fortalecerse con el apoyo del proyecto. Se realizaron donaciones de maquinaria, se fortalecieron las líneas de producción existentes, se desarrollaron nuevas líneas de producción y se mejoraron productos y servicios.
Paralelamente, se llevaron a cabo cuatro encuentros denominados mingas de pensamiento, donde se reunieron alrededor de 111 personas para explorar cómo definir la economía indígena basándose en sus sistemas de conocimiento arraigada en la espiritualidad, la sostenibilidad y el conocimiento de la Madre Tierra.
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Un cierre precede nuevos horizontes
El pasado 3 y 4 de mayo, en la Asociación de mujeres Indígenas Chagra de la Vida (ASOMI) Vereda Las Planadas, k.m. 6,5 de la Vía a Pasto (Mocoa, Putumayo), se llevó a cabo el evento de cierre del proyecto AIRR, donde cerca de 50 participantes, incluidos delegados de organizaciones de OPIAC y OZIP, participantes de los pilares del proyecto y el equipo de WWF de Perú y Colombia, se reunieron para reflexionar sobre el camino recorrido, compartir aprendizajes y recomendaciones, y dialogar sobre cómo dar continuidad a lo implementado durante los 5 años de ejecución.La directora regional del Proyecto AIRR, Heidi Rubio, destacó el profundo arraigo por la cultura y el alto interés en replicar y compartir los saberes con las comunidades, incluso con otras comunidades amazónicas. "El tejido es lo más importante. La red se construye a partir de la generación de confianza. Esto construye sociedad. Esta parte humana muchas veces se pierde en procesos y papeles. Pero ese sentido tan arraigado de querer enseñar, aprender y replicar es la reflexión que quiero dejar", resaltó.
El cierre del proyecto AIRR marca el inicio de una nueva etapa, donde los aprendizajes adquiridos y los lazos fortalecidos guiarán a los pueblos indígenas hacia horizontes aún más prometedores. Este evento no solo celebró los logros alcanzados, sino que también reafirmó el compromiso de continuar trabajando juntos en la preservación de la cultura, los saberes ancestrales y el desarrollo sostenible de la Amazonía colombiana.