Posted on abril, 12 2024

Desde hace 55 años, Marcos Malpica, pescador de Puerto Carreño (Vichada), conoce los ríos Meta y Bita que desembocan en el gran Orinoco, cuyo cauce que sigue su curso hacia el océano Atlántico. Sus aguas le han dado sustento a su familia y a muchas comunidades de la región. Pero también ha sido testigo de cómo se han reducido los peces. “Por eso, yo les decía a los otros compañeros pescadores: “Vamos a hacer una veda”, porque, en ese momento, estábamos acabando, porque yo, inclusive, estaba acabando con el pescado...”, cuenta.  

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Entre Puerto Carreño (Vichada) e Inírida (Guainía), se extraen cerca del 90% de los peces ornamentales que exporta Colombia. Puerto Carreño es considerada epicentro de la pesca deportiva continental en el país -actividad actualmente prohibida-. Además, los recursos pesqueros de consumo son clave para la seguridad alimentaria de muchas comunidades en la región. Sin embargo, la sobrepesca, la minería y la deforestación han reducido la cantidad y el tamaño de los peces. La veda es un periodo en el que se restringe la pesca de una o varias especies, para proteger su temporada de reproducción natural.  

Procesos de monitoreo comunitario realizados en los sitios Ramsar río Bita (Vichada) y Estrella Fluvial Inírida (Guainía), entre otros, aportaron evidencia a la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), para ajustar el periodo de veda en la Orinoquia colombiana, determinar las artes de pesca no permitidas, entre otros detalles de la Resolución 2663 de 2022, que reglamenta la medida para esta región. El periodo de veda anual inicia, el primer lunes después de Semana Santa (o “lunes de Pascua”) y va hasta el 31 de mayo, para los departamentos de Arauca, Casanare, Meta, Vichada, Guainía y Guaviare.  

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Además, las medidas aplican para los peces de consumo y ornamentales. Así, en este período de veda está prohibido el acopio, transporte y comercialización nacional o internacional, norma que deben cumplir los pescadores, acopiadores, transportadores, comerciantes y consumidores.  

Recientemente, y como parte de las acciones para apoyar a la AUNAP en la implementación de estas medidas, a través del proyecto GEF ‘Paisajes Integrados Sostenibles de la Orinoquia’ (GEF Orinoquia), WWF participó en el “Festival del Curito”, realizado en La Primavera, Vichada. En zona rural de este municipio nace el río Bita, cuya cuenca constituye el sitio Ramsar más grande del país, humedal de importancia internacional y uno de los ríos mejor conservados de Colombia. Adicionalmente, su laguna está protegida bajo la figura de distrito regional de manejo integrado (DRMI), designado por Corporinoquia, que permite su conservación yuso sostenible.
 

El curito y su festival 

Pero ¿en qué consiste este festival? El curito (Hoplosternum littorale) es un pez emblemático para La Primavera. Su festival, realizado cada marzo desde hace 30 años, celebra la cultura llanera a través de su música, danza y otras expresiones propias destacando esta especie, así como las sabanas y bosques, los ríos y otros humedales, los animales, las plantas y la gente de la Orinoquia.  

“WWF viene acompañando a la AUNAP para lograr una efectiva implementación de las resoluciones de recursos pesqueros en la Orinoquia, incluyendo la veda”, explicó Saulo Usma, especialista en Agua Dulce de WWF Colombia. “Encontramos una gran oportunidad al participar en este festival cultural tradicional que está dedicado a una especie de pez apreciado por la comunidad, no solo por su valor gastronómico, sino por su importancia ecológica”.  

El curito es un pez con comportamientos particulares: tiene la capacidad de respirar aire atmosférico durante la temporada seca, cuando se reduce el tamaño de los humedales. Además, es “similar” a los humanos, en términos de que realiza cuidado parental, es decir, cuida a su descendencia. La hembra pone los huevos y los machos los protegen y defienden de intrusos.   



Este año, WWF, a través del proyecto GEF Orinoquia, participó con dos actividades también enmarcadas en la celebración de La Hora del Planeta, el movimiento ambiental más grande del mundo. La primera fue un concurso de dibujo, el jueves 21 de marzo, en el colegio Institución Educativa “Francisco de Paula Santander”. Allí, 22 estudiantes de entre 5 y 18 años participaron en una exposición didáctica sobre la diversidad de peces de Colombia y la región Orinoquia y, luego, elaboraron sus obras en honor al curito y a la laguna de La Primavera, su humedal más cercano y valorado.  

Además, el sábado 23 de marzo se realizó la exposición “El curito, un pez con su propio festival”, con estaciones informativas en las playas de la laguna de La Primavera. Tomando al curito como elemento central, se habló a los asistentes sobre la importancia de esta y otras especies de peces y de su casa común (los humedales), así como de la veda de recursos pesqueros de la Orinoquia y los artes de pesca no permitidos. 

WWF acompaña a la AUNAP en la implementación de las resoluciones 

Mediante el proyecto GEF Orinoquia, WWF viene apoyando a la AUNAP para fortalecer la apropiación y el cumplimiento de las normativas pesqueras, en especial la Resolución 2877 de 2022, exclusiva para la cuenca del río Bita (Vichada). Entre 2023 y lo que va de 2024, se han realizado cuatro talleres participativos con 125 pescadores locales y otros dos con seis entidades y organizaciones regionales. 

“Estos talleres nos han permitido identificar retos, desafíos y, sobre todo, oportunidades para implementar las resoluciones de una manera efectiva”, comentó Carolina Mora, consultora especialista en Paisajes Productivos del proyecto GEF Orinoquia de WWF Colombia. “La comunidad de pescadores del río Bita tiene una gran disposición de compartir su conocimiento, aprender y construir con las autoridades ambientales y pesquera alrededor de la norma” enfatizó Jaime Rivillas, de la AUNAP.  

Adicionalmente, desde el proyecto GEF Orinoquia se está acompañando el monitoreo pesquero desarrollado con las comunidades del río Bita, con la capacitación y participación de pescadores y miembros de las Juntas de Acción Comunal (JAC) de toda la cuenca.  

“[Durante la veda] sería muy bueno reforestar con los compañeros pescadores, darles empleo a ellos. Donde hay moriche, hay agua, entonces, nosotros podemos ayudar con los árboles nativos, los que comen los peces, para darle oxígeno al planeta, para sombra, para comida para los animales… Hasta para uno”, concluyó Marcos Malpica, al referirse a las oportunidades que visiona para la implementación de la veda y cuidar los recursos hidrobiológicos y pesqueros del Vichada.