La línea de vida marina en el Ártico podría reducirse por la extracción petrolera en alta mar

Posted on mayo, 18 2020

Ante la intención de Noruega de expandir la explotación de este recurso hacia el Ártico, Manuel Pulgar-Vidal, líder de Clima y Energía de WWF, hace un llamado para que este país atienda las recomendaciones científicas y preserve los importantes servicios que proporciona la naturaleza en este lugar.
Ante la intención de Noruega de expandir la explotación de este recurso hacia el Ártico, Manuel Pulgar-Vidal, líder de Clima y Energía de WWF, hace un llamado para que este país atienda las recomendaciones científicas y preserve los importantes servicios que proporciona la naturaleza en este lugar.

No hace mucho tiempo, se creía que las ballenas de Groenlandia en el Mar de Barents, entre el Ártico noruego y ruso, se habían extinguido debido a la caza. Pero los científicos descubrieron que una pequeña cantidad todavía vivía en un área de gran diversidad biológica, conocida como la zona marginal de hielo. Ahora, este grupo de ballenas en peligro crítico enfrenta una nueva amenaza: mientras los precios del crudo caen a mínimos históricos, el parlamento noruego decidirá en las próximas semanas si expandirá la perforación petrolera en su hábitat.
 
La zona marginal de hielo, donde se encuentran el hielo marino y el océano Ártico, es el soporte de una biodiversidad única conformada por especies como fitoplancton, zooplancton, peces, osos polares, aves, focas y ballenas durante millones de años. Sin embargo, el cambio climático amenaza este lugar: el derretimiento del hielo está haciendo que los productores de petróleo quieran explorar nuevas reservas que antes estaban cubiertas por él.
 
Esta área, conocida como la "línea de vida ártica", podría ser el ecosistema marino más digno de conservación en el mundo en términos de importancia ecológica. Allí, el aumento de la luz solar en los meses de primavera y verano da vida a las algas heladas y al fitoplancton, que a su vez alimenta el zooplancton. Con la explosión del zooplancton, una gran variedad de animales salvajes se reúne para alimentarse. Lo preocupante es que ese vital resurgimiento anual del plancton tiene lugar precisamente en el área donde la cubierta de hielo marino se convierte gradualmente en mar abierto.
 
Un derrame de petróleo podría causar un colapso de toda la cadena alimenticia, con un impacto en la región ártica que depende de la productividad biológica en esta zona marginal. Las pruebas sísmicas en la exploración de petróleo crean problemas para las ballenas, que navegan, se comunican y alimentan mediante ondas sonoras y eco que ayuda a establecer la ubicación de objetos en el espacio. Por lo tanto, el ruido artificial plantea otro riesgo para la vida marina.
 

¿Noruega le dará la espalda a la ciencia?

 
Debido a la naturaleza sensible del área, las concesiones petroleras en Noruega han sido un tema cada vez más polémico desde 2013. Los políticos de ese país están debatiendo los detalles de su nuevo marco de gestión marina para el Mar de Barents para definir, por ejemplo, si la proporción de la zona de hielo marginal debe ser más pequeña o más grande y si la actividad en alta mar es moralmente permisible.
 
El último consejo de científicos al gobierno es inequívoco: la zona de hielo marginal debe ampliarse para proteger la rica biodiversidad de la que dependen las poblaciones de peces de importancia mundial. Sin embargo, la semana pasada, el gobierno noruego recomendó un nuevo plan que cubrirá solo el 14% de lo que los científicos consideran que hay que proteger para garantizar la existencia de la línea de vida del Ártico.
 
Es el momento de que el parlamento noruego tome la decisión final: ¿cumplirá con su deber con la comunidad global de respetar el conocimiento y las recomendaciones científicas y declarará el área como una zona prohibida para la actividad en alta mar, o seguirá las recomendaciones del gobierno y sucumbirá a los intereses del gran petróleo?
 
El resultado del debate determinará si Noruega, un país que se presenta como líder mundial en sostenibilidad del océano, protege los activos naturales irremplazables y la biodiversidad de especies que no pueden vivir en ningún otro lugar del planeta. También es una prueba decisiva para el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París.
 

Riesgo climático


 Desde el descubrimiento hasta el inicio de la producción en una plataforma petrolera noruega pasan en promedio 16 años. Sin embargo, para 2030, ese país tendría que haber reducido sus emisiones en un 55%, una meta que adquirió recientemente para el Acuerdo Verde Europeo, en el que el resto de Europa se comprometió con bajarlas en un 50%. Esto significa que la transformación de energía fósil a energía renovable de Noruega sucederá antes de lo que el gobierno parece planificar su producción de combustibles fósiles, lo que representa un riesgo financiero que afectará tanto el bienestar como el empleo.
 
Algunos de los bancos más grandes del mundo, como Wells Fargo, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Goldman Sachs ya han tomado una posición: no financiarán la extracción de petróleo en el Ártico. Es hora de que el gobierno noruego abrace las realidades climáticas y elimine decisivamente la actividad petrolera, comenzando primero por las áreas más valiosas y sensibles desde el punto de vista ecológico.
 

Acuerdo de París incompatible
 

Las actividades petroleras ponen en entredicho el compromiso de Noruega con el Acuerdo de París y un futuro neto cero, sobre todo si se tiene en cuenta que el 85 % de los recursos probados del mundo deben permanecer en tierra para que la humanidad cumpla con sus compromisos en virtud del Acuerdo de París.
 
WWF hace un llamado a este país para que atienda las recomendaciones científicas. Se debe asegurar una zona de hielo marginal más grande y abstenerse de cualquier nueva exploración de petróleo y gas.
Mientras el mundo se enfrenta a una pandemia global que expone nuestra tensa relación con la naturaleza, se revela nuestra última oportunidad de transformar y reconstruir esa relación. Solo salvaguardando y valorando los servicios únicos que brinda la naturaleza, como en el caso de la zona de hielo marginal, Noruega será líder mundial en la creación de un nuevo acuerdo para la naturaleza y las personas.
 
More than 200,000 Antarctic blue whales used to live in the Southern Ocean – but 20th Century whaling decimated this population and latest estimates put this population at just around 2,300 animals.
More than 200,000 Antarctic blue whales used to live in the Southern Ocean – but 20th Century whaling decimated this population and latest estimates put this population at just around 2,300 animals.
© naturepl.com/Mark Brownlow/WWF
NILU-scientists monitor numerous atmospheric gases from the Zeppelin Observatory on the arctic island of Spitsbergen.
© NILU
Dona
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