Esto es lo que debes saber sobre el fracking y sus riesgos

Posted on agosto, 13 2022

La práctica representa graves peligros ambientales, sociales y de salud pública. Pone en riesgo la disponibilidad del suministro de agua y va en contravía de la transición energética.

El fracking pone en riesgo el suministro de agua para personas y ecosistemas. © Luis Barreto/ WWF 

La técnica de extracción de hidrocarburos conocida como fracking ha sido cuestión de debate en el país y en el mundo. La práctica representa un riesgo enorme por los daños irreversibles que podría causar al medioambiente y a la salud pública. Hasta el momento, no hay certeza científica de que los impactos de dicha práctica son evitables o mitigables, por ello, se debe recurrir al principio de precaución y no adelantar proyectos de este tipo.  
 

¿Qué es el fracking?


Es una técnica de extracción de hidrocarburos que consiste en la inyección a presión de grandes volúmenes de fluidos con el fin de fracturar rocas que tienen atrapado en su interior gas y petróleo. Combina los métodos de perforación horizontal y fracturación hidráulica que existen desde mitad del siglo pasado, pero que en las últimas décadas han experimentado importantes avances técnicos. Además de ello, lo verdaderamente novedoso es su aplicación en yacimientos no convencionales. Este es el procedimiento que hoy conocemos como fracking.

En la industria de hidrocarburos, se diferencia entre yacimientos convencionales y no convencionales. Los primeros corresponden a reservorios en donde se acumulan gas y petróleo que migraron desde la roca generadora a otras formaciones rocosas de alta porosidad y permeabilidad. Estos se pueden explotar mediante técnicas tradicionales, pues dichas características permiten que los hidrocarburos salgan de la roca y suban a la superficie.

Te puede interesar: Estamos ante la oportunidad más clara de prohibir el fracking e impulsar la transición energética

Otra es la historia de los yacimientos no convencionales. Estos son reservorios que todavía se encuentran en la roca generadora. Allí la permeabilidad y porosidad es poca, por lo cual, los hidrocarburos están atrapados en su interior. Para liberarlos se recurre al fracking.
 

¿Cómo funciona?


La técnica consiste en perforar un pozo de miles de metros de profundidad hasta el yacimiento no convencional y, en ocasiones, el diseño también requiere ingresar en la formación rocosa horizontalmente por cientos de metros de extensión. Luego el interior del pozo es entubado y cementado como en una especie de cubierta. Ya en sus profundidades se punza la roca por medio de herramientas especiales para crear unas primeras fisuras.

Posteriormente, se bombea a alta presión una mezcla compuesta de agua, arenas especiales y aditivos químicos que crea en la roca microfisuras de pocos milímetros de espesor, pero varios metros de profundidad. Las arenas presentes en el fluido evitan que las fisuras vuelvan a cerrarse y los químicos cumplen diferentes funciones como disminuir la fricción en el bombeado y evitar la erosión de la tubería. A medida que la mezcla inyectada retorna a la superficie, empieza a fluir hacia el pozo por las fisuras el gas o petróleo atrapado en la roca.
 

Estos son los riesgos


El fracking requiere grandes volúmenes de agua que varían de acuerdo con las características de la formación geológica en la que se realiza el fracturamiento y de las longitudes de los pozos. Sin embargo, en un único pozo se pueden consumir entre 9.000 y 29.000 m3 de agua, es decir, entre 2,4 y 7,7 piscinas olímpicas. En un campo regular en el que, por ejemplo, perforen seis pozos para extraer todo el gas del yacimiento, se utilizarían entre 54.000 y 174.000 m3 de agua.

Además, el consumo de agua es intensivo, pues su inyección a presión se realiza en un periodo corto, cercano a dos semanas. Por estas razones, el fracking pondría bajo presión las fuentes de suministro de agua en las zonas de explotación, de las que dependen las comunidades, otras actividades económicas y los ecosistemas.

Puedes leer: ¿Por qué el Acuerdo de Escazú es tan importante para Colombia?

En el caso de Colombia, los territorios en los que se tiene previsto realizar los proyectos pilotos experimentarán disminución en las precipitaciones, de acuerdo con las Comunicaciones de Cambio Climático. En consecuencia, se reducirá la disponibilidad de agua que, además, estaría bajo presión por su uso para fracking. Esto es igual a menos agua para el consumo y las actividades agropecuarias, ambas primordiales.

Por otro lado, se teme que los fluidos inyectados y contaminados con otros elementos adquiridos durante la fracturación se filtren en la roca y contaminen acuíferos subterráneos que abastecen de agua potable. Se calcula que entre un 15% y 80% de la mezcla inyectada retorna a la superficie, es decir, en el mejor de los casos, un 20% permanece en el subsuelo.

De igual manera, los fluidos que retornan a la superficie pueden ser un riesgo para las aguas superficiales, los suelos y las personas, si no son manejados adecuadamente. De este flujo de retorno, el 90% no puede reutilizarse, primero se debe tratar para reducir las concentraciones de los compuestos peligrosos y luego disponerse de manera cuidadosa.

Te recomendamos: Cambio climático: ¿qué son los ecosistemas de carbono azul?

Más allá de estos riesgos, diversos estudios advierten que el fracking podría causar fugas de metano —un gas de efecto invernadero— y mayor actividad sísmica en las zonas de extracción. Asimismo, afectaría los bosques a gran escala, debido a la cantidad de área que debe ser despejada para su implementación. Esto tendría consecuencias directas sobre los ecosistemas, causando fragmentación de hábitat y erosión del suelo.
 

Ante todo, el principio de precaución


Colombia no cuenta con estudios sólidos sobre los riesgos ambientales de esta práctica y aún se desconoce el estado de las aguas subterráneas que podrían resultar afectadas y no cuenta con un marco normativo para gestionar los pasivos ambientales que puedan generarse.

Además, el gobierno no cuenta con la capacidad técnica para evaluar los estudios de impacto ambiental y hacer monitoreo de las operaciones al igual que carece de un marco legislativo sobre pasivos ambientales. Esa es la conclusión a la que llegó en febrero de 2019 la comisión de expertos convocada por el gobierno nacional.

Debes leer: Día del Sobregiro de la Tierra: en menos de 7 meses agotamos los recursos de todo el año

En varios países del mundo, gobiernos regionales y nacionales han vetado el fracking de sus territorios, tales como los estados de Vermont, Nueva York y Maryland (Estados Unidos), la provincia de New Brunswick (Canadá), la provincia de Entre Ríos (Argentina), la provincia de Victoria (Australia), la provincia de Castilla-La Mancha (España), Francia, Bulgaria, Alemania, Irlanda, Escocia y Uruguay.
 

El fracking va en contravía de la transición energética


En vez de promover el fracking, el Estado debería encaminar sus esfuerzos a una transición energética que termine con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Esta práctica aleja al país de cumplir con los compromisos internacionales en materia de reducción de gases efecto invernadero, desarrollo sostenible, entre otros y perpetúa la dependencia económica del país a esta actividad extractiva de recursos no renovables.

Científicos afirman que el 82% de las reservas mundiales de carbón, el 33 % de las de petróleo y el 49 % de las de gas deben dejarse bajo tierra para que la temperatura del planeta de aquí a finales de siglo no aumente más de 2 grados. Apostarle al fracking va en contravía de esta meta que es el centro del Acuerdo de París y del que hace parte Colombia.

Por ello, el país necesita prepararse para el futuro, diversificar su economía y aprovechar su potencial para generar fuentes de energía renovable como la solar, la eólica, la biomasa, la hidroeléctrica en pequeña escala, la geotérmica y la mareomotriz.
El fracking va en contravía de la transición energética.
© Lawrence Murray / WWF-Aus
Impulsar el fracking perpetuaría la dependencia del país a los combustibles fósiles.
© iStock
Dona
Dona