El gran valor que tienen las soluciones basadas en la naturaleza

Posted on julio, 11 2019

La naturaleza parece tener la respuesta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, y construir sociedades realmente prósperas, equitativas y pacíficas. Así lo demuestran las 17 historias recopiladas en una reciente publicación de WWF, entre las que se destaca el trabajo con comunidades indígenas de la Amazonia Colombiana.
La naturaleza parece tener la respuesta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, y construir sociedades realmente prósperas, equitativas y pacíficas. Así lo demuestran las 17 historias recopiladas en una reciente publicación de WWF, entre las que se destaca el trabajo con comunidades indígenas de la Amazonia Colombiana.
 
Pensemos por un momento en las Islas Salomón, ubicadas en el Pacífico Sur, en el continente que, tal vez, resulta más lejano para los latinoamericanos: Oceanía. Este país, formado por cerca de 900 islas y más de 500.000 habitantes, es conocido por los científicos como el “punto caliente global” pues el nivel de los mares circundantes se ha incrementado casi el triple del promedio global. En esta región, la pesca proporciona entre el 50 y el 90% de la proteína animal para estas comunidades costeras; y genera empleo para, al menos, el 45% de los habitantes.
 
Sin embargo, la sobrepesca, es decir, cuando el número de peces capturados es mayor al número de peces que nacen, es una de las amenazas más apremiantes que enfrentan y la razón por la cual, desde hace seis años, WWF y el gobierno local se han unido para frenar esta problemática. Hoy, más de 15 comunidades locales están comprometidas con la gestión comunitaria de las pesquerías y el intercambio de información para identificar la talla mínima en la que se debe capturar ciertas especies para permitir que sus crías más jóvenes permanezcan intactas y puedan reproducirse. Es así como desde una solución basada en la naturaleza se contribuye al cumplimiento del primero de los ODS: acabar con la pobreza.
 
Este es solo uno de las 17 historias que destaca, una por cada ODS, la reciente publicación de WWF Nature in all goals’ y que demuestra cómo las soluciones basadas en la naturaleza nos pueden ayudar a cumplir la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible que definieron los países miembros de Naciones Unidas en 2015.
 
Para Pía Escobar, oficial de gobernanza y desarrollo social y comunitario de WWF-Colombia, esta publicación es fundamental para entender que “el trabajo que hacemos en esta organización va más allá de crear estrategias de conservación para ecosistemas y especies; es, sobre todo, un trabajo para la gente. Muchos de estos casos resaltan procesos comunitarios en todo el mundo y son prueba de cómo proteger nuestra biodiversidad puede ayudar a resolver distintos problemas que pensamos están desconectados”.
 
El caso de Colombia, sin embargo, es una prueba de que estas soluciones pueden contribuir no solo con el cumplimiento de los ODS, sino en los compromisos internacionales que adquirió el país para combatir y adaptarse al cambio climático en el Acuerdo de París, reducir la deforestación y conservar efectivamente nuestra biodiversidad.
 
El rol de las comunidades indígenas en la Amazonia Colombiana
 
Los bosques de la Amazonia almacenan, en general, entre 30 y 46 millones de toneladas de carbono. Los pueblos indígenas han sido sus guardianes ancestrales y ¿cuál es el resultado? Según el informe ‘Estado de la Amazonia (2017)’ de WWF, los territorios indígenas representan alrededor del 33% de la Amazonía y solo el 8% de la pérdida de superficie boscosa ha ocurrido dentro de sus tierras, mientras que el 90% restante de la deforestación se ha registrado fuera de sus territorios.
 
En Colombia, 62 pueblos de la Amazonia colombiana resguardan 26 millones de hectáreas, de las que el 94% mantiene su cobertura de bosque. Sus territorios actúan como barreras para prevenir la deforestación y asegurar servicios ecosistémicos como la captura de carbono, suministro de agua y conservar la biodiversidad de sus territorios. Pero sus esfuerzos y contribuciones para lograr los compromisos de Colombia aún no son lo suficientemente reconocidos y apoyados en escenarios políticos.
 
Es por eso que, desde hace más de un año, la Opiac (Organización Nacional de los Pueblos indígenas de la Amazonia Colombiana) trabaja con WWF-Colombia para demostrar la contribución que pueden tener estas comunidades ancestrales y sus territorios –altamente conservados-, y fortalecer las capacidades de los guardianes naturales de los bosques en su interacción con el nuevo gobierno, facilitar su participación y hacerla más efectiva en la toma de decisiones ambientales.
 
Como lo explica Pía, estas comunidades tienen estrategias propias y efectivas para conservar los bosques, pero necesitan una garantía de que estas prácticas se van a mantener en el tiempo y para eso deben existir mecanismos y políticas fortalecidas que les aseguren buenas condiciones en sus territorios. “No es solo que reciban dinero porque están conservando, sino que la normatividad que se necesita sea constituida. Por ejemplo, que se reglamenten las Entidades Territoriales Indígenas (ETI) que les daría a los resguardos mucha más autonomía para tomar sus propias decisiones y que sean reconocidos como autoridades ambientales”.
 
Portada publicación "Nature in All Goals"
© WWF
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