Posted on marzo, 12 2014

La soja ha sido el cultivo con mayor expansión a nivel global en las últimas décadas. El los últimos 50 años, la producción de soja ha incrementado hasta 10 veces más, y se espera que se duplique nuevamente hasta el 2050, amenazando a algunos de los bosques, sabanas y praderas más grandes de Sudamérica.

Son 46 millones de hectáreas, un área significativamente más grande que la de Alemania, las dedicadas al cultivo de soja en Latinoamérica. El creciente consumo de carnes es la principal causa de esta expansión. Esto se debe a que el 80% de la producción mundial de soja se destina a la alimentación de animales para el consumo.

El rápido crecimiento de la demanda de soja destinada a la alimentación de animales es una de las causas clave para la destrucción significativa de bosques, sabanas y praderas, incluyendo la Amazonía, el Cerrado, el Bosque Atlántico, el Chaco, el Bosque Chiquitano, que cubre la mayor parte de Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay y las praderas de América del Norte, y del aumento de la vulnerabilidad de especies como el jaguar, el oso hormiguero gigante, el armadillo y el guacamayo.

El informe de la WWF “El crecimiento de la soja: impactos y soluciones” destaca cómo y porqué la producción de soya ha incrementado. Mucho del crecimiento de la soja ocurre desde áreas naturales o expandiendo las zonas de agricultura y pastoreo hacia las áreas naturales.

WWF mantiene su postura en que es posible reducir en gran medida los impactos negativos de la soja, pero a través de la acción firme de los gobiernos, un esfuerzo concertado por la sustentabilidad ambiental y social a lo largo de la cadena de valor de la soja y el apoyo de inversionistas y consumidores.

Los consumidores, pueden ayudar a mantener bajo control la demanda de soja, consumiendo proteínas animales de acuerdo a las recomendaciones de salud de sus gobiernos y reduciendo sus desechos alimenticios.

Otras medidas destacadas en el reporte incluyen planes mejorados de uso de tierras, protección de áreas importantes y vulnerables, esquemas de certificación como la Mesa Redonda de la Soya Responsable (RTRS por sus siglas en inglés), mejores prácticas para la agricultura y la reducción de desechos. La soja se ha convertido en uno de los cultivos más importantes, pero urgentemente tenemos que producirlo de manera más responsable.

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