“Cada murciélago es una enciclopedia llena de secretos”
Posted on mayo, 06 2020
Así lo cree Hugo Mantilla, director del Centro de Estudios de Alta Montaña de la Universidad del Quindío. En entrevista con WWF cuenta detalladamente lo que ya deberíamos saber sobre estas especies, que son esenciales para la naturaleza y nuestro bienestar.
Así lo cree Hugo Mantilla-Meluk, director del Centro de Estudios de Alta Montaña de la Universidad del Quindío. En entrevista con WWF cuenta detalladamente lo que ya deberíamos saber sobre estas especies, que son esenciales para la naturaleza y nuestro bienestar.Hugo Mantilla-Meluk, es, tal vez, la persona que más sabe de murciélagos en Colombia. Lleva más de 20 años estudiándolos con fascinación; sorprendiéndose con su capacidad adaptativa y sus múltiples contribuciones al sistema de vida en el que estamos inmersos. Por supuesto, tratando de compartir lo que ha descubierto sobre ellos, con la convicción de que cada uno “es una enciclopedia llena de secretos” que todas las personas deberían conocer.
Hablamos con él en estos días de pandemia cuando ya se han presentado casos de ataques a colonias de murciélagos, precisamente porque muchos les atribuyen la responsabilidad del virus y sus consecuencias. Aquí una guía para entender mejor a estas maravillosas especies.
WWF: ¿Qué tiene que ver la destrucción de ecosistemas, desde bosques tropicales hasta humedales, con la aparición de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas que saltan de animales a humanos?
Hugo Mantilla Meluk: La mejor metáfora para entender la naturaleza es pensarla como un tejido que, cuando está en equilibrio, es nuestra primera línea de defensa frente a infecciones de origen natural. Sin embargo, cuando se rompe ese equilibrio que lleva construyéndose millones de años, las infecciones parasíticas o virales son uno de los efectos colaterales que enfrentamos. No hace falta ser biólogo o científico para entender esto, pero desafortunadamente no ha sido un concepto tan fácil de incorporar en la toma de decisiones ni en la vida diaria.
Mantener los ecosistemas como están, no deforestar, no degradar, no sacar ninguna especie… Esas son cosas que podemos hacer para evitar el desequilibrio de la naturaleza.
WWF: ¿Cómo se produce ese salto de las enfermedades infecciosas de un animal a una persona? ¿En qué circunstancias?
H.M.M.: El sitio donde estoy sentado atendiendo esta entrevista o en el que está cada persona que lea esto, fue un ecosistema natural que, después de la llegada de los seres humanos, dejó de existir. Hemos causado alteraciones en todo el planeta y sus sistemas y con esto no solo me refiero a quienes se han dedicado a cazar o a talar, sino a humanos como tú y como yo que hacemos nuestro trabajo, que salimos y regresamos todos los días a nuestra casa.
Con estas actividades les hemos quitado condiciones a las especies que estaban ahí originalmente. Algunas de ellas desaparecieron, y con ellas, también lo hicieron las barreras que antes nos protegían.
WWF: ¿Qué condiciones facilitan la transmisión de enfermedades zoonóticas?
H.M.M.: Dos cosas. El grado de parentesco: un virus de una especie reconoce más fácilmente hospederos que se parecen entre sí, por ejemplo, es más fácil que un virus salte de mamífero a mamífero, de ave a ave, de anfibio a anfibio. El grado de encuentro: la probabilidad de relacionarme día a día con otro organismo.
WWF: ¿Por qué hablar de murciélagos, en medio de esta pandemia?
H.M.M.: Hay enfermedades que van desde muy leves hasta graves, como síndromes respiratorios agudos, que se han rastreado evolutivamente hasta los murciélagos, especies que nos dan pistas muy importantes para entender lo que está sucediendo y lo que nos va a sacar del problema. Necesitamos establecer esa relación que existe entre naturaleza y bienestar, y podemos aprender mucho de los murciélagos.
WWF: ¿Cuántas especies de murciélagos hay en el mundo y de qué tipo?
H.M.M.: Mucha de la diversidad está por ser descrita o descubierta, pero podemos decir que son más 1.100 especies. En Colombia tenemos 209 especies, lo que nos hace el país con mayor diversidad en el mundo. Entre las especies, están las que se alimentan de frutas, de insectos, del néctar y polen de las flores, de sangre... Esta diversidad se explica con algunas características, como su capacidad de explorar ambientes distintos y adaptarse a ellos.
Tienen una maquinaria biológica que les permite cambiar comportamientos, morfología y fisonomía cuando la exponen a distintas condiciones naturales. Debido al vuelo, los murciélagos pueden llegar a muchos lugares, adaptarse a nuevas condiciones; razón por la que tenemos más especies de murciélagos que de cualquier otro mamífero (solo superados por los roedores).
WWF: ¿Cuáles son los servicios que nos prestan los murciélagos?
H.M.M.: La polinización, que es el segundo proceso más importante para el mantenimiento de la vida (después de la fotosíntesis); el control biológico de plagas, pues las poblaciones de murciélagos pueden acabar con toneladas de insectos en una noche (entre ellos, los mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue y el zika); y la dispersión de semillas, que es la razón por la que tenemos selvas y bosques en este planeta. De hecho, desde hace 50 millones de años, los murciélagos y las aves están haciendo esta tarea, más efectivamente los primeros.
¿Qué podemos aprender de los murciélagos y cómo apoyar su conservación?
H.M.M.: Es importante que entendamos los murciélagos como una enciclopedia llena de secretos de la naturaleza y la evolución. Hay muchas cosas que no conocemos, como que su sistema inmune siempre está listo para la llegada de un virus, o que si hacemos la comparación tamaño-longevidad, viven más que cualquier otro mamífero.
Más allá de una acción específica de conservación, primero tenemos que entender que fuimos nosotros los que invadimos sus ambientes naturales. Es un acto de justicia que tomemos acción para no seguir afectándolos. ¿Cómo? no podemos seguir consumiendo cualquier producto sin saber de dónde viene, cuánta afectación a la naturaleza se derivó de hacerlo y a dónde va su desecho. Si cada uno se preocupa por el efecto de sus acciones, haremos mucho más para conservar no solo a los murciélagos sino a las millones de manifestaciones de la vida con las que compartimos este planeta, porque nosotros, como ellos, somos naturaleza.