La nueva política del Sistema Nacional de Áreas Protegidas le apuesta a conservar el patrimonio natural de los colombianos

Posted on octubre, 19 2021

Ahora, el país cuenta con una política que contribuirá a la consolidación de un SINAP representativo ecológicamente, equitativo, bien conectado y efectivamente gestionado. También, al logro de las metas nacionales e internacionales y al cumplimiento de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Cuántos beneficios recibimos los colombianos de las áreas protegidas y cuántos les retornamos? ¿Cómo garantizar oportunidades y medios de vida a los habitantes de las áreas protegidas a cambio de conservarlas? ¿Cuáles son las presiones que enfrentan estos sitios todos los días y qué se debe hacer para mitigarlas? Estas son solo algunas preguntas que la nueva Política del Sistema Nacional de Áreas Protegidas trata de resolver con acciones puntuales para conservar y proteger, durante los próximos 10 años, el patrimonio natural y cultural que estas resguardan.

Así lo explica Hernando Zambrano, consultor del MADS e integrante del comité técnico de construcción de la Política, quien está convencido de que con la implementación de esta se harán transformaciones en el Sistema, entre ellas, revertir la curva de pérdida de biodiversidad que, en el escenario actual de cambio climático, es más dramática que nunca; incorporar ecosistemas que no están representados en el SINAP; y garantizar la conexión ambiental y social entre las áreas protegidas y los territorios a los que pertenecen.


La política será dinamizada a través de iniciativas como Herencia Colombia, que se consolida como uno de los vehículos financieros para su implementación. © Giovanny Pulido


Para entender mejor lo que significa esta nueva Política, aquí respondemos cuatro preguntas clave:

1. ¿Cuáles son los propósitos de transformación que propone la nueva Política para las áreas protegidas?

  • Mejorar su protección y conservación mediante acciones como declarar nuevas áreas en lugares que aún no están protegidos, como la Serranía de Manacacías y la Serranía de San Lucas; crear categorías del ámbito local y de gobernanza comunitaria con grupos étnicos; y disminuir los efectos de las especies invasoras, los cambios de uso del suelo, la extensión de la frontera agropecuaria y la deforestación.

Puedes leer: Colombia tiene una nueva política para fortalecer sus Áreas Protegidas 
 
  • Mejorar su conectividad, teniendo en cuenta que las áreas protegidas del país están quedando aisladas por procesos de intensa transformación en las regiones. Para lograrlo, la Política contempla estrategias de ordenamiento para municipios y departamentos, de manera que con procesos de conservación y restauración se mantengan o generen corredores ecológicos.
 
  • Mejorar su manejo, pues las áreas protegidas no solo deben ser declaradas sino bien gestionadas. Este objetivo implica, por ejemplo, que cuenten con planes de manejo, que sea más eficiente la gestión de las instituciones públicas asociadas a las áreas protegidas y la financiación del SINAP; y que se potencie la gestión del conocimiento, investigación y disponibilidad de información en el SINAP.
 
  • Mejorar su equidad. Por primera vez, el SINAP se ocupa de analizar la equidad en la distribución de los costos y beneficios que se derivan de conservar las áreas protegidas, teniendo en cuenta, por ejemplo, que sus habitantes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y pobreza, y hoy están asumiendo costos que limitan sus formas de vida. En ese sentido, la Política plantea soluciones como acompañar a las comunidades locales que habitan las áreas protegidas con acuerdos de conservación, sustitución de cultivos ilícitos, formalidad en la tenencia de tierra, contratos de conservación natural y pagos por servicios ambientales.
 

2. ¿Quiénes lideraron la construcción de la Política?


Durante los últimos dos años, un equipo técnico compuesto por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), Parques Nacionales Naturales de Colombia, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) como ejecutor del proyecto GEF SINAP (apoyado por el BID), y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, diseñaron este CONPES.

Te puede interesar: Soluciones basadas en Comunidades y Naturaleza: mecanismos de conservación de la Amazonía impulsados por los pueblos indígenas y comunidades locales 

Su concertación sectorial y aprobación fue liderada por el Departamento Nacional de Planeación DNP, secretario del Consejo Nacional de Política Económica y Social CONPES.

3. ¿Cómo fue la construcción de la Política?


Se convocaron cerca de mil colombianos que trabajan, viven y se relacionan permanente con las áreas protegidas, como también los Sistemas Regionales de Áreas Protegidas, las instituciones públicas nacionales de todos los sectores productivos, la fuerza pública, el sector privado, las entidades territoriales, la Academia, los Institutos de investigación, las autoridades ambientales, las organizaciones sociales, los campesinos, los pueblos indígenas y el pueblo negro.


La gestión del conocimiento, la investigación y la disponibilidad de información en el SINAP se impulsarán con esta política. ©Giovanny Pulido

Se realizaron talleres, conversatorios y foros públicos de debate en las regiones, y se habilitaron tres consultas públicas en las que recibieron las retroalimentaciones al proceso. Igualmente, conformó un grupo de expertos ad honorem que actualizaron los conceptos y principios del SINAP.

Sobre esto, Carlos Mauricio Herrera, especialista de Áreas Protegidas y estrategias de conservación de WWF, dice que “este ha sido un proceso ampliamente participativo y de mucho rigor técnico. Hoy se logra una Política con conceptos actualizados, con el desarrollo de dos nuevos atributos y objetivos para el país (bien conectado y equitativo) y articulada con diferentes acciones prioritarias del país a nivel de conservación y desarrollo”.
 

4. ¿Qué viene para los próximos 10 años para nuestras áreas protegidas?


Según Hernán Yecid Barbosa Camargo, funcionario de la Subdirección de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de Parques Nacionales Naturales de Colombia, la implementación de la Política dará como resultado un SINAP consolidado a partir de la reducción del riesgo de pérdida de la naturaleza, la declaración de áreas protegidas a partir de metas de conservación que integran diferentes formas de conocimiento (biodiversidad y cultura), la disminución de las causas de pérdida de biodiversidad y la recuperación de paisajes por la reducción de las prácticas de transformación de los territorios.

Te recomendamos leer: ¿Qué es la biodiversidad y por qué perderla importa para las personas? 

Al mismo tiempo, un SINAP con gobernanza, educación y formación de los actores relacionados con las áreas protegidas; una estrategia de financiación en implementación; y mayor capacidad de toma de decisiones gracias a la gestión eficiente del conocimiento. “Las comunidades locales que habitan las áreas protegidas contarán con mecanismos de retribución por su aporte a la conservación. Asimismo, se incrementará la valoración de los aportes de las áreas protegidas a las cadenas productivas”, cuenta Barbosa.

WWF y la Política del SINAP

se generó información, se promovió un proceso participativo, se apoyó la consolidación de un equipo de trabajo y se aportó en las discusiones para este logro.
Uno de los propósitos de la nueva Política del SINAP es revertir la curva de pérdida de biodiversidad que, en el escenario actual de cambio climático, es más dramática que nunca.
© Rodrigo Durán
Con la Política se busca que los procesos de conservación y restauración se mantengan y generen corredores ecológicos.
© Rodrigo Durán
Dona
Dona