Posted on septiembre, 06 2018

Es el tercer río navegable más importante del país, pero no muchos conocen el sitio donde nace este poderoso afluente que baña el departamento del Chocó y desemboca en el mar Caribe. Descúbrelo en esta galería.

 


El Atrato, como muchos ríos en el país, nace en un páramo. El lugar se llama Cerro El Plateado y hace parte del complejo de páramos El Sol – Las Alegrías en el Chocó.


 

En 2016, con el propósito de conservar este lugar y el río al que da vida, la zona fue declarada como un área protegida. Su nombre: Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Alto Atrato.
 
Con casi 18.000 hectáreas, en el Alto Atrato viven múltiples especies de flora y fauna. Al menos 258 especies de aves, 26 especies de mamíferos y 12 especies de anfibios han sido detectadas.

La población más cercana al lugar donde nace el río es El Carmen de Atrato, municipio chocoano ubicado en límites con el departamento de Antioquia. 750 kilómetros río abajo, el Atrato desemboca en el Golfo de Urabá.



 
Aunque imaginemos el Atrato en medio de la selva tropical, nace en el ecosistema del bosque andino de la cordillera occidental. Estos son muy húmedos y se conocen como bosques de niebla andinos.
 
Algunas de las especies que viven en Alto Atrato son mamíferos, como el roedor que vemos en la foto y otros como el oso perezoso de dos dedos (Choloepus hoffmanni), el zorro perruno (Cerdocyon thous) y el venado cola blanca (Odocoileus virginianus).

 


El Plateado, Santa Ana, Concordia y Chagualo son los nombres de cuatro cerros ubicados en el área protegida y en los cuales crecen especies como el roble, cuya semilla se ve en la foto.
 
221 especies de flora y 79 especies forestales fueron detectadas dentro de las labores de declaratoria de la zona. Algunas de ellas son endémicas, es decir, que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.



 
Gracias a una sentencia de la Corte Constitucional el Atrato se convirtió en el tercer río en el mundo en ser declarado sujeto de derechos. Esta medida busca evitar que continúe siendo amenazado por actividades ilegales y por la contaminación con mercurio.
 
Si te gustó la galería cuéntanos y ayúdanos a compartirla. Se calcula que 400.000 personas viven a orillas de este afluente y dependen de él para pescar, asearse, cocinar y transportarse. ¡El Atrato es vida!
 

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