Las reservas naturales de la sociedad civil trabajan en red por la conservación
Posted on mayo, 15 2019
Desde hace más de veinte años, Resnatur (Asociación Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil) ha promovido esfuerzos para conservar ecosistemas clave, más allá de los límites de cada reserva.
Desde hace más de veinte años, Resnatur (Asociación Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil) ha promovido esfuerzos para conservar ecosistemas clave, más allá de los límites de cada reserva. Las Reservas Naturales de la Sociedad Civil (RNSC) son una de las estrategias de conservación que implementan actores privados, partiendo de su voluntad de proteger los recursos naturales. Desde 1992, Resnatur ha promovido la integración de reservas en distintas regiones bajo el concepto de nodos, lo cual ha generado articulaciones para unir esfuerzos voluntarios de preservación, más allá del área de cada reserva.

© Natalia Laverde / Resnatur
Algunos de los nodos más destacados se encuentran en Santander, Boyacá, en el Valle del Cauca, Chocó y el Eje Cafetero, donde se agrupan más de 100 reservas.
El Nodo de Zapatoca, en Santander, se ha enfocado en conservar y restaurar ecosistemas como bosques andinos, altoandinos y páramos; hábitat de especies icónicas como los robles, los frailejones, los pajonales, los arbustales y la palma de cera; y tan importantes como el oso de anteojos y el puma.
Sus líderes han promovido la investigación participativa, la producción sostenible de alimentos como la miel, y el turismo responsable. Daniel Díaz, uno de los líderes comunitarios, cuenta que en 2015 estuvieron a cargo de la iniciativa que buscaba declarar al oso de anteojos y la palma de cera como especies patrimoniales de Zapatoca por acuerdo municipal.

© Natalia Laverde / Resnatur
En Boyacá el Nodo Alto Ricaurte cubre 370 hectáreas que promueven la conservación de robledales y del bosque alto andino seco, donde habita una amplia biodiversidad de flora, aves, reptiles y anfibios. Su labor se ha concentrado en la restauración y la educación ambiental; destacan sus jardines botánicos con un énfasis en especies endémicas y amenazadas. Según explica una de sus representantes, Clara Ángel, realizan ecoturismo y encuentros en los que comparten sus prácticas del “buen vivir”, como un modelo de vida para convivir en armonía con la naturaleza.
En el Valle del Cauca y en el Chocó, el Nodo Serraniagua integra 40 RNSC de familias campesinas con procesos de conservación y producción integradas de cafés especiales, cacao, panela, plantas medicinales y artesanías. Estas reservas se encuentran en la Serranía del Paraguas y abarcan un área de conservación de 3.000 hectáreas que incluye selvas andinas, subandinas y bosques nublados altamente vulnerables al cambio climático. Este nodo se enfoca en la participación comunitaria, al crear alianzas entre actores locales y regionales para la conservación y generar empoderamiento y manejo responsable del territorio.
El Nodo Eje Cafetero cubre un área de 3.971 hectáreas que han permitido la conservación de bosques secos, páramos, especies endémicas y fuentes hídricas. Algunas de sus reservas se dedican por completo a la conservación, y otras realizan producción sostenible, ecoturismo y educación ambiental enfocada en niños y jóvenes.
El trabajo en red ha permitido generar iniciativas sólidas a favor de la conservación de los recursos naturales en múltiples niveles: facilita alianzas y el intercambio de experiencias que favorecen la incidencia de las comunidades, la gestión de proyectos y el apoyo técnico de parte de autoridades ambientales, la academia y organizaciones que comparten los propósitos de las RNSC.