Día Mundial de los Arrecifes: ecosistemas estratégicos y a la vez vulnerables

Posted on May, 30 2025

Los arrecifes son ciudades submarinas que sustentan una cuarta parte de la biodiversidad marina. Este 1 de junio es una fecha especial para contarte por qué sus funciones ecosistémicas los hacen tan fundamentales para el planeta.

El blanqueamiento de los corales afecta el sustento de vida, la seguridad alimentaria y la seguridad de las personas. ©Nick Riley

Los corales, también conocidos como pólipos, son considerados organismos invertebrados familiares de las medusas que viven en estrecha relación con millones de algas (conocidas como zooxantelas). Están agrupados en colonias y comunidades conocidas como arrecifes de coral, uno de los ecosistemas clave para combatir el cambio climático. Según UNEP (el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), los corales son el ecosistema más biodiverso del planeta, incluso más que los bosques tropicales.

A pesar de que los arrecifes de coral cubren solo el 0,2% del lecho oceánico, son el hogar de al menos una cuarta parte de todas las especies marinas. Según un informe de la Sociedad Internacional de los Arrecifes de Coral (ICRS por sus siglas en inglés), las más de 800 especies de arrecifes de coral albergan el 32% de la vida marina (excluyendo microrganismos y hongos). Sin embargo, esta es solo una de las múltiples funciones que desempeñan estas grandiosas estructuras marinas.

Ciudades submarinas

Además de ser el hábitat y fuente de sustento para más de un millón de especies marinas, los arrecifes de coral proporcionan alimentos y medios de vida para al menos 500 millones de personas. Los peces que allí habitan son una fuente fundamental de proteína, mientras que los componentes de los arrecifes han sido utilizados para la fabricación de medicamentos que pueden salvar vidas.

Pero allí no se acaban las funciones de los arrecifes de coral, pues, según la UNEP, éstos también sirven como un escudo que protege a las costas de la energía de las olas, las tormentas y las inundaciones, con lo cual ayudan a evitar muertes, daños a las propiedades y la erosión de las playas.

Este es un aspecto fundamental, pues el aumento de la frecuencia y la intensidad de fenómenos naturales como tormentas e inundaciones ha tenido graves repercusiones sobre decenas de millones de personas, cuyas economías locales se han visto afectadas por el cambio climático. Por ello, la salvaguarda de los arrecifes de coral se ha planteado como una solución basada en la naturaleza, en la medida en que su bienestar reduce el impacto de los desastres naturales sobre las poblaciones costeras.

Arrecifes de coral, un ecosistema en amenaza

A pesar de que los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas marinos más importantes a nivel global, actualmente estos se encuentran en estado crítico. De acuerdo con el Informe Planeta Vivo, publicado por WWF en 2024, uno de los puntos de inflexión globales se puede dar en la Gran Barrera de Coral: el aumento de la temperatura del mar, unido a la degradación del ecosistema, ha provocado blanqueamientos masivos de coral en 1998, 2002, 2016, 2017, 2020, 2022 y 2024. Aunque la Gran Barrera de Coral ha mostrado una notable capacidad de recuperación hasta la fecha, es probable que perdamos entre el 70 % y el 90 % de todos los arrecifes de coral del mundo, incluida la Gran Barrera de Coral, incluso si conseguimos limitar el calentamiento del clima a 1,5 °C.

Además, según la guía “Iniciativa de rescate de los arrecifes de coral” publicada por WWF, desde 1980 el 50% de los arrecifes de coral se ha perdido. Entre 2009 y 2018, el mundo perdió alrededor del 14% del coral de sus arrecifes, lo cual equivale a alrededor de 11.700 kilómetros cuadrados de coral, una cantidad superior a todo el coral vivo de Australia

Esta situación se ha reflejado en el blanqueamiento de los corales, cuyos vívidos colores producidos gracias a las zooxantelas (unas algas microscópicas que residen en sus tejidos), se han ido perdiendo por distintos factores. Según un informe publicado por ICRS, una de las principales causas del blanqueamiento se encuentra en la acidificación de los océanos como consecuencia del aumento de las concentraciones de CO2 en la atmósfera.

Al aumentar las concentraciones de CO2 en los océanos, la temperatura de estos aumenta, lo cual estresa a los corales y hace que estos liberen las algas que habitan en su interior, haciendo que su apariencia exterior se aclare. Así, miles de especies quedan sin alimento y refugio, mientras que las comunidades costeras quedan expuestas al impacto de las mareas y tormentas.

A esto se suman otras actividades que impactan directamente los arrecifes, como prácticas de pesca no sostenible, cambios en el uso de la tierra que conllevan a la pérdida de vegetación costera, contaminación por el mal desecho de químicos, pesticidas y plásticos en los océanos, e introducción de especies invasoras. Todo esto tiene un grave impacto sobre las especies y comunidades que dependen de los arrecifes de coral.

¿Cómo protegerlos?

La situación de los arrecifes de coral a nivel mundial es grave. Según la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos, desde 2009 se han perdido unos 11.700 kilómetros cuadrados de arrecifes. El aumento de su blanqueamiento refleja la gravedad de su estado. Sin embargo, aún es posible actuar para salvaguardar los que aún están vivos.

Esto dependerá la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de acciones como las soluciones basadas en la naturaleza. A su vez, esto requiere del fortalecimiento de las comunidades locales, las cuales pueden garantizar el uso sostenible de los arrecifes.

Por último, es necesaria la inversión en iniciativas de restauración de estos. Esto, acompañado de un esfuerzo en el manejo integrado de zonas costeras, con el fin de disminuir los impactos que tiene el mal manejo de residuos sobre estos ecosistemas. Debemos recordar que el mar empieza desde las ciudades y todos los impactos en él tienen repercusiones en los océanos.
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