Comunidad indígena de la Cuenca del Río Caquetá en la Amazonia Colombiana identifica peces amenazados

Posted on December, 12 2019

Pescadores indígenas de la cuenca baja del Río Caquetá apoyados por la Fundación Tropenbos Colombia y WWF-Colombia, realizaron una investigación de los recursos pesqueros de su territorio con énfasis en especies amenazadas con importancia económica, cultural y nutricional.
  • Pescadores indígenas de la cuenca baja del Río Caquetá apoyados por la Fundación Tropenbos Colombia y WWF-Colombia, realizaron una investigación de los peces de su territorio con énfasis en especies amenazadas con importancia económica, cultural y nutricional.
 
  • Dentro de los hallazgos, vieron cómo los bagres, conocidos localmente como Lechero y Dorado, vienen presentando una disminución en sus poblaciones.
 
  • En este sentido, el monitoreo en esta región es una estrategia de gobernanza sobre los recursos pesqueros, junto al desarrollo paralelo de estrategias pedagógicas lideradas por las comunidades.
 
Hace unos años, para los pescadores de la comunidad de Puerto Córdoba (departamento del Amazonas), la captura de grandes bagres Lechero (Brachyplatystoma filamentosum) o Dorado (Brachyplatystoma rousseauxii) era algo cotidiano que les permitía alimentarse y tener una fuente de ingresos. Pero ahora pescar una de estas especies puede ser sólo cuestión de suerte. Sus poblaciones han disminuido y los pescadores locales han tenido que enfocarse en otros peces más pequeños. Esta situación podría indicar el mal estado de las dos especies y el riesgo de su supervivencia, lo que implica una problemática tanto para el sustento de los pobladores como para la biodiversidad de la región.
 
Este es uno de los principales hallazgos iniciales de la investigación local realizada por pescadores de Puerto Córdoba (provenientes de diferentes etnias indígenas) y científicos de la Fundación Tropenbos Colombia, con el apoyo de WWF. El monitoreo de los peces fue realizado entre abril y agosto de 2019, principalmente en un lugar conocido como el Chorro de Córdoba, en el que se pescan los bagres más grandes de la región, según los reportes de los últimos 20 años revisados por los investigadores.
 
Aunque son peces de gran interés comercial (bagres lechero y dorado) y se intentan pescar recurrentemente, son pocos los registros obtenidos de éstos. Se puede intuir que efectivamente las poblaciones de estas dos especies se encuentran en un estado alto de vulnerabilidad y es necesario tomar acciones que contribuyan a la conservación de éstas, para garantizar su supervivencia y para que, en un par de años, vuelvan a ser un recurso que pueda ser utilizado de manera sostenible por los pescadores, y represente una fuente de ingresos superior a la de hoy en día sin poner en riesgo las poblaciones”, asegura el informe de los investigadores.



© Simón de Man / WWF-Colombia 
 

Este informe hace parte del proyecto ‘Los peces Migradores del Río Caquetá: Conocimiento local e institucionalidad para su conservación’. El objetivo de los investigadores fue obtener los registros de las zonas de pesca, del área que la comunidad utiliza en diferentes momentos del año y de las especies de peces que llegan allí actualmente. Además, quisieron contribuir a la implementación de un proceso pedagógico local con la escuela, de manera que fortalezca la identidad de la comunidad.
 
La caracterización de peces realizada en esta fase del proyecto, con la información sobre cuánto se está pescando y cómo, es un insumo para crear un ordenamiento pesquero. Además, desde la escuela Amerú quisimos aportar en el tema de conciencia sobre los recursos porque consideramos que para conservar hay que conocer. Así que estamos aportando conocimiento sobre los peces que existen, en dónde están y qué podemos hacer para conservarlos”, explica Felipe Gast, biólogo de la Fundación Tropenbos Colombia.

 
Del monitoreo de peces a la pedagogía con la comunidad
 
Otro de los intereses de los investigadores de Tropenbos y WWF fue implementar un proceso pedagógico paralelo al monitoreo de peces que permitiera fortalecer a la comunidad. Uno de los desafíos fue el estado de su cultura, ya que han perdido algunas costumbres pues no tienen maloca y están perdiendo el bilingüismo, por ejemplo.
 
De esta manera, la idea era generar un diálogo de saberes entre el conocimiento científico y el conocimiento local y tradicional, para promover discusiones con los profesores de la escuela y desarrollar un proyecto dentro del aula como parte de la educación cultural de la comunidad. Así, los profesores eligieron varios temas para trabajar con los niños en las clases como cocina, ciclos de reproducción de las especies, técnicas y épocas de pesca. La intención era que, al compartir esos conocimientos, se fueran afianzando en los niños y en la comunidad. El equipo también desarrolló materiales pedagógicos como una guía de peces, que incluye un análisis de las especies más importantes plasmando los saberes de los pescadores locales y las estadísticas recopiladas en el monitoreo.
 
“Los profesores de la escuela son jóvenes de la misma comunidad. Entonces fortalecer sus capacidades es importante y ese conocimiento y los materiales pedagógicos, que quedan en la escuela, van a servir para la toma de decisiones de la toda la comunidad”, explica Daniela Van Der Hammen, antropóloga de la Fundación Tropenbos Colombia.
 
Ahora el equipo espera que los profesores continúen el proceso de pedagogía con los materiales lúdicos y los registros del monitoreo en el aula. Respecto al monitoreo de peces y los análisis de datos de migración, niveles del río, lluvias y temperaturas máximas, el equipo espera que toda esta información sirva de insumo para la toma decisiones por parte de autoridades del Gobierno, estableciendo reglas de manejo para la pesca de las especies que están en riesgo.
 
pescador y malla
© Simón De Man / WWF-Colombia
Dona
Dona