'La felicidad más grande del mundo': salvar a un ballenato en el Pacífico colombiano

Posted on agosto, 21 2024

Luis Antonio Lloreda es un buzo que hace parte del Consejo Comunitario General Los Riscales y logró desenmallar a un juvenil de ballena para salvarle la vida.
Esta es la historia de Luis Antonio Lloreda, un hombre que pudo salvar a un juvenil de ballena –mejor conocido como ballenato- en Jurubirá, Golfo de Tribugá, en el Pacífico colombiano, de una malla de pesca abandonada en el mar. Pero esta no es solo su historia, es también la historia de un proceso comunitario, que lleva ya varios años, y que le apuesta a la convivencia con la naturaleza como herramienta para crear vidas más felices, justas y sostenibles. 

Cortesía: Alexis Perea

Por eso, tenemos que empezar por contarte que Toño, como lo llaman en su pueblo, hace parte del Consejo Comunitario General Los Riscales. Vive en Jurubirá (Chocó), trabaja con varias organizaciones no gubernamentales, que hacen presencia en esta región, y hace parte del grupo comunitario de buceo “Guardianes del Mar”. También trabaja junto a su familia en una nueva iniciativa turística, que espera poder activar pronto. 

Como buzo certificado, se dedica a la pesca submarina, que se diferencia de las otras, como la de línea de mano o de espinel, por la captura de crustáceos y moluscos que se recolectan manualmente en el fondo marino. 

El desenmalle: pequeña crónica de un encuentro 

Luego de una jornada de pesca poco exitosa y de haber buceado todo el día, Toño y su compañero de faena, Alexis Perea, intentaron hacer una última bajada para capturar algunas langostas. Cuando estaban a punto de hacerlo, ya muy cerca a la bocana, Alexis señaló algo en el agua: parecían una ballena adulta con su juvenil. Como es costumbre, estaban recorriendo la región dentro de su proceso migratorio. Sin embargo, algo no parecía estar bien. 

“¿Qué hacemos?”, preguntó Alexis con angustia. En ese momento Toño supo lo que tenía que hacer: entrar al agua para saber qué estaba sucediendo. 

Así lo hizo. En ese momento descubrió que el ballenato tenía su cuerpo enredado en una malla de pesca: pasaba por su boca, por una de sus aletas y por su lomo. Intentó ayudarlo de inmediato, pero ambos animales estaban muy esquivos y asustados.  

Toño volvió a la embarcación. Esperaron más de 20 minutos para que el ballenato subiera a la superficie. Cuando lo vieron por segunda vez, cambió de estrategia: se hundió en el agua y le dijo al juvenil, profundo y dentro de su mente: “Yo sé que no soy digno de ayudarte, pero estoy aquí para ti”. A partir de ahí, de ese intercambio de energías, como dice Toño, las ballenas se sintieron tranquilas con su presencia. Ahora sabían que él estaba ahí para ayudarlas. 

Tan pronto vio que el ballenato también estaba vomitando, por el daño que generaba el arte de pesca en él, supo que tenía que actuar. Así que, tras dos intentos frustrados, tomó su cuchillo y empezó a retirar la malla, siempre con cuidado para no lastimarse con algún anzuelo que, adicionalmente, también pudiera estar enredado en ella. Lo hizo rápidamente, con agilidad y fuerza. Luego, sintió como el ballenato se hundió. 

¿Había podido ayudarla? No lo supo sino hasta que vio la malla salir del agua. Unos minutos más tarde, las dos ballenas salieron a la superficie como para agradecerles. Sin embargo, todo lo que podía pensar Toño era: “la ballenita no está agradecida, yo estaba agradecido con ella”. 

Redes fantasmas: una problemática que no solo afecta a las ballenas 

Tony Wu / WWF

Tal como te contamos en otras publicaciones, las redes fantasma son aparejos o artes de pesca que antes fueron usados para la captura de peces y que ahora están abandonados o perdidos en el mar. Estos elementos, que pueden ser redes como las que atraparon a este ballenato, pueden quedar en el fondo de mar o flotar en sus aguas hasta que terminan por afectar la vida de alguno de los animales que recorren nuestros océanos. 

¡Está pasando!: ¿Fantasmas en el mar?

Como es de esperarse, no todos los animales tienen la misma suerte que la ballena de esta historia: además de ser un peligro para los peces, afectan al 40 % de los mamíferos marinos y al 100 % de las tortugas marinas.  

Los pueblos del Pacífico y WWF: las iniciativas comunitarias que dan resultado 

Entender y generar acciones que contribuyan a regular la problemática de las redes fantasma es una prioridad para WWF Colombia. Por eso, hacemos parte de un proyecto que tiene como principales propósitos aproximarse a este fenómeno en la costa del Pacífico colombiano, identificar a los actores locales y nacionales involucrados y, finalmente, reconocer medidas para mitigar y reducir su impacto nocivo. Para esto, hemos estado en Buenaventura, el litoral del San Juan y en Guapi realizando encuestas y estudios acerca de los artes de pesca que se usan dentro del territorio. 

Foto: Tumaco Divers

De la misma forma, conformamos alianzas con diferentes organizaciones que están comprometidas con la salud de los océanos y su biodiversidad: tuvimos la suerte de poder unirnos a la iniciativa de la Fundación ECOMARES, quienes junto a Conservación Internacional (CI), han venido trabajando en la capacitación de personas de la comunidad del Golfo de Tribugá para que puedan proteger el océano de esta amenaza, con base en la creación de grupos de buceo comunitario como “Los Guardianes del Mar”, para que puedan realizar limpiezas submarinas de esta clase de elementos y de otros desperdicios nocivos. Toño, el protagonista de esta historia, hizo parte de este proyecto, que desde WWF logramos apoyar con la compra de trajes y equipos de buceo necesarios para las labores de limpieza subacuática en el Golfo de Tribugá. 

Pero esta iniciativa no solo ha llegado a Nuquí y sus alrededores, también ha estado en Buenaventura y Tumaco. En estas regiones se logró recolectar una gran cantidad de desperdicios que estaban generando peligro para la vida marina y para los animales y personas que allí habitan, todo a partir del buceo y de la recolección en playas. 

Por ejemplo, el 17 de marzo de 2024, en Tumaco, se realizó una de estas jornadas en la Playa del Bajito, de la mano de la Fundación Bioecosinergia y el Centro de Buceo Tumaco Divers. Esta jornada inició con la intervención de 600 metros de playa. Solo en esta primera recolección se extrajeron 1.5 toneladas de residuos sólidos. En la jornada de buceo, en cambio, se sacaron del agua 150 kilogramos de residuos en el arrecife de coral Las Peñitas. Entre los objetos que más se encontraron fueron bolsas plásticas, botellas de gaseosas y hasta cascos de moto. También, y como es de esperarse, se encontraron y retiraron residuos de artes de pesca como líneas de espinel, trozos de mallas y anclas.  

En los últimos días, medios nacionales registraron el momento en que un grupo de pescadores, junto con la Armada Nacional, lograron rescatar una ballena jorobada que estaba atrapada en una de las redes fantasma, cerca del Parque Natural Utría, en Bahía Solano.
 
Es importante resaltar que las ballenas, en especial la especie denominada Yubarta o jorobada, suelen visitar las aguas del Pacífico colombiano entre julio y noviembre de cada año (aunque para la población local, la temporada de ballenas suele ser de julio a septiembre) para aparearse y dar a luz a sus crías. Por eso, muchos turistas y visitantes suelen acudir a su encuentro. En estos viajes, se suelen consumir productos plásticos o traer otros elementos que se desechan en municipios o poblaciones que no cuentan con un sistema de recolección o disposición de basuras adecuado. Por eso, Toño, para terminar la entrevista que nos dio para realizar esta nota, quiso dejar un mensaje a todos los turistas que tienen planeado visitar la región: “si traes plástico, llévatelo”. 

Con esta acción, así como Toño, tú también podrías salvar una ballena en el Pacífico colombiano.
Entender y generar acciones que contribuyan a regular la problemática de las redes fantasma es una prioridad para WWF Colombia.
© Camilo Diaz / WWF Colombia
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